Al enterarse del contenido de la Constitución de 1812, que otorgaba a los indígenas los mismos derechos que a españoles y ladinos, los principales y concejales de San Miguel Totonicapán, encabezados por Tzul, primer principal y Lucas Aguilar —o Akilal—, macehual, escribieron al rey para agradecérselo pues creyeron que él era quien lo había decidido.
[4] Durante la cuaresma de 1820, cuando se supo que Fernando VII había sido obligado a poner nuevamente en vigencia la Constitución absolutista, Aguilar y Tzul realizaron gestiones ante el alcalde mayor para verificar el hecho.
La debilidad política y militar del imperio español, los primeros intentos por una autonomía política y la competencia entre oficiales españoles fueron clave para el éxito del levantamiento.
[1] Así, se dio paso al rechazo del tributo, la remoción del Alcalde Mayor, José Manuel Lara de Arrese y la imposición de un gobierno propio.
[4] Al menos durante unos días entre julio y agosto de 1820, Tzul actuó como el representante más destacado del gobierno indígena.