Ataúlfo Sánchez
Jugó también para el Club América de México entre 1962 y 1970, con un paso por Necaxa del mismo país en la temporada 1963-64.[3] Era famoso también porque dejaba algodones en las canchas porque eran de tierra en aquel momento, y los ponía para marcar mejor las áreas y así poder tener varios puntos de referencias.Uno de los mejores porteros extranjeros en toda la historia del fútbol mexicano, y después de Héctor Miguel Zelada, el mejor arquero argentino que haya jugado en el América.[4] Ya retirado, fue entrenador de Racing Club durante 1970.Según dijo su hija, Adriana Sánchez: "Murió con una sonrisa".