Caso Galinsoga

Aunque le fue explicado que en el resto de misas la homilía se impartía en castellano, y que tenían la autorización para utilizar el catalán, Galinsoga profirió estentóreamente la frase "Todos los catalanes son una mierda", que al hacerse pública causó una honda irritación en la sociedad catalana.

Algunos de los actos realizados durante la campaña consistieron en romper ejemplares del periódico en la calle, enviar cartas a los anunciantes o repartir folletos.

La respuesta popular no fue la esperada por Galinsoga y se intensificaron las protestas.

Ante la situación creada, el conde de Godó pidió al gobierno que tomase alguna medida.

Esta victoria popular fortaleció la oposición catalana al franquismo y llevó a actos como los sucesos del Palau de la Música.