La ubicación actual ocupa el antiguo terreno de juego donde el Club Deportivo Malacitano disputaba sus encuentros.
El astillero que bajo la misma denominación, comenzó su labor artesana a finales del siglo XIX de la mano de Rafael Crossa Flores, padre del anterior.
Si bien es cierto, que Nereo ha mantenido viva la llama de esta labor artesana hasta nuestros días, gracias a la familia Sánchez Guitard.
Los límites de dicho ámbito se configuran al norte con la calle Ferrari Blanco, continua con la intercesión del Callejón de Marina con el Paseo Marítimo El Pedregal, para seguir su trazado hasta llegar al Arroyo de los Pilones, con el que limita al este.
Al oeste limita actualmente con la tapia que separa el Camping de los Baños del Carmen.