Aspersión

Ha pasado del judaísmo a la religión cristiana, desde los tiempos de la Iglesia primitiva (Ezequiel 36:25-26, 1 Corintios 10:2, cf.

San Clemente, papa del siglo I, ordena que se hagan aspersiones con el agua mezclada de aceite.

La aspersión más solemne es aquella que se efectúa el domingo antes de la misa parroquial.

Este uso proviene de la más remota antigüedad y se practica en todas partes.

Estos últimos usos, enteramente privados, son idénticos a la costumbre do que nos habla Tertuliano y que tenían los antiguos cristianos de lavarse las manos al entrar en sus casas y al salir de ellas.

Aspersión sobre alimentos de Pascua en Otartzew, Polonia, 2007