La Asociación de la Medalla Milagrosa[1][2][3] (aprobada el 8 de julio del año 1909 por el Papa San Pío X) es una asociación de fieles de la Iglesia Católica con presencia internacional, perteneciente a la Familia Vicenciana.
[4][5][6][7] Tras los hechos de las visiones de Catalina Labouré, una joven novicia de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl para aquel entonces, en el año 1830, en un encuentro místico con María, donde recibiría los mensajes de la Madre de Cristo por medio de visiones en diferentes ocasiones, que darían sustancia a la devoción de la Medalla Milagrosa (Medalla de la Inmaculada Concepción, que posteriormente por la gran cantidad de milagros atribuidos a ella se le conocería popularmente como Medalla Milagrosa)[8][9] y a la advocación mariana conocida como Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa (cuya festividad litúrgica se celebra el 27 de noviembre), la comunidad de fieles devotos del mensaje que se haría llegar a la humanidad por medio de las visiones de la hermana Labouré, conforme aumentaba, y se acercaban a las Hijas de la Caridad quienes llevaban el apostolado de la medalla, construyeron una asociación de fieles que difundiera el mensaje y apostolado de la medalla y el mensaje que la misma lleva (además respondiendo al petitorio de la virgen, quién pidió además que se fundase dicha asociación) asociados a la congregación de las Hijas de la Caridad, y a la Congregación de la Misión, quienes apoyaron la iniciativa, dando origen a la asociación como parte de la red de organizaciones conocidas como Familia Vicenciana, integradas por las congregaciones, institutos seculares y asociaciones inspiradas en el carisma vicenciano, que inició con San Vicente de Paúl y Luisa de Marillac.
La Asociación es una asociación pública de fieles, integrada por laicos, clérigos y miembros de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica que llevan la medalla milagrosa y la honran con una vida cristiana y apostólica, haciéndolo cada miembro desde su estado de vida.
Trabajando juntos, buscan fomentar una vida más perfecta en comunión con los demás y realizar actividades apostólicas mediante la difusión del mensaje dado por la Santísima Virgen a Santa Catalina Labouré en 1830.
La Congregación aprobó los nuevos Estatutos Generales de la Asociación.