Entre las violaciones sistemáticas de derechos humanos que produjeron en este contexto, las desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales fueron las más comunes.
[2] Los actores del conflicto armado en Ayacucho fueron: Sendero Luminoso-SL, las Fuerzas Armadas-FF. AA.
En un contexto hostil, fueron varias las personas que ayudaron a las madres, entre ellas estuvo la alcaldesa de Huamanga (1983-1986), Leonor Zamora, quien reunió a las familias afectadas por la violencia en su oficina y posteriormente en su domicilio.
Posteriormente, se pudo brindar un local para reuniones en la Municipalidad provincial de Huamanga.
COFADER, institución de similares características formada en Lima el mismo año, tuvo una relación con ANFASEP-Ayacucho[1] En esos años, el nivel de violencia en Ayacucho, originó que cada vez más personas afectadas se integraran a ANFASEP, por lo cual surgió la necesidad de gestionar un local en donde realizar sus reuniones, las cuales inicialmente se llevaban a cabo en la Municipalidad de Huamanga.
Este año se formarían otras organizaciones defensoras de los derechos humanos en el Perú y se producirían dos visitas importantes a la ciudad de Ayacucho, la del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y la visita del Papa Juan Pablo II.
Además, las mismas integrantes de la asociación, al dedicar gran parte de su tiempo en la búsqueda desaparecidos acudiendo a cuarteles, cementerios clandestinos, poder judicial y demás instancias, no tenían el tiempo para atender a sus hijos o trabajar en los campos y en la ganadería, actividades esenciales para el abastecimiento familiar en el campo.
El comedor funcionó desde 1984 hasta 1991 en su primera etapa y de 1991 a 1996 en la segunda.
¡CONSTRUYAMOS UNA AMÉRICA LATINA SIN DESAPARECIDOS!, ¡POR LA LIBERTAD DE NUESTROS FAMILIARES!, ¡VIVOS LOS LLEVARON - VIVOS LOS QUEREMOS!
Por ello, la banderola está remendada en los bordes y las madres de ANFASEP se refieren a ella como "La luchadora".
Fue usada por primera vez durante a visita de Juan Pablo II a Ayacucho en 1985 y desde entonces las ha acompañado en diferentes movilizaciones en Ayacucho, Lima y otros lugares del Perú.