Ese mismo año, mucho después del final de la dictadura militar, nadie había sido sometido a juicio por su participación en los asesinatos.
Si bien se han preparado procedimientos legales, son sumamente lentos, en parte a causa de sabotaje e intimidación ejercida por Bouterse y sus colaboradores.
Los soldados que realizaron esta acción estaban bajo el mando de Desi Bouterse, jefe del ejército en ese momento.
En aquella época, el comando militar declaró que los 15 habían sido ejecutados mientras intentaban escapar.
En la literatura, Edgar Cairo escribió en los días posteriores a los Asesinatos de Diciembre la novela De smaak van Sranan Libre, que en español se traduciría como El sabor del Surinam Libre y fue publicado un fragmento en Het Parool, un diario holandés.