Fairfax dirigió a las fuerzas parlamentarias hacia Maidstone y el 29 de mayo recapturaron la ciudad.
[2] Fairfax decidió reutilizar las mismas tácticas que recientemente había empleado contra los Realistas en Maidstone, llevando a cabo un asalto inmediato de larga escala .
Fairfax continuó atacando y no ordenó a sus hombres detenerse hasta medianoche, cuando se resignó por fallar en tomar la ciudad por asalto.
Fairfax esperaba que se le enviasen destacamentos del Nuevo ejército modelo cuando estuviesen disponibles.
Ordenó construir unos fuertes que la rodeasen y comenzó a disparar sus cañones contra las murallas.
Un destacamento del Nuevo ejército modelo bajo el coronel Adrian Scroope en San Neots había vencido al en un ataque nocturno.
En el interior de la ciudad la gente local se encontró atrapada con un ejército al cual la mayoría le tenían muy poca simpatía.
Colchester había prestado apoyo incondicional al Parlamento durante la primera guerra civil inglesa y como los soldados adquirían provisiones de las gentes de la ciudad pronto desapareció cualquier estima por el ejército Realista.
Lord Norwich todavía podía contar con la esperanza de que a la larga su posición fuese relevada.
A Lord Norwich, le parecía que todavía tenía todas las razones para mantener su propósito.
Fairfax mantuvo dicha decisión a pesar de la lealtad que la ciudad había dedicado al parlamento durante la primera guerra civil.
Cuando los hombres y los niños suplicaban en las barreras de la ciudad para pedir alimento, los soldados los echaban hacia atrás sin entregarles nada.
Las barreras de la ciudad se abrieron y los victoriosos regimientos del ejército parlamentario entraron en el pueblo con el general Fairfax en cabeza.
Tal sentencia era extraña durante las guerras civiles, pero Fairfax y el general Ireton la justificaron por varias razones.