Tras varias asignaciones en diversos regimientos del país, Merino Benítez fue enviado en 1922 a Brasil como oficial agregado de la embajada chilena.
Durante su estadía en Río de Janeiro, Merino Benítez comenzó a desarrollar su interés por la aeronáutica militar, conociendo la obra de Alberto Santos Dumont y recibiendo al capitán Diego Aracena tras realizar el vuelo más largo en América Latina hasta la fecha.
[4] Esta designación, sumada al apoyo del presidente Carlos Ibáñez del Campo, le permitieron llevar a cabo sus ideas sobre lo que debía ser y significar la aviación en Chile, tanto militar, como civil y comercial.
[7] En diciembre de ese año, creó el servicio aeropostal a Puerto Montt y el llamado Servicio Experimental Aéreo a Aysén, un servicio fundamental para mantener la soberanía chilena en el territorio de Aysén y que permitió conectar puestos fronterizos como Futaleufú, Alto Palena, Balmaceda y Cochrane.
Estos servicios posteriormente serían unificados para dar origen a la Línea Aérea Nacional (LAN), la primera aerolínea chilena y una de las más antiguas del mundo.
El Gabinete daría origen posteriormente al actual Servicio Aerofotogramétrico “General Juan Soler Manfredini”.
[4] Merino Benítez estuvo activamente relacionado con la política, siendo muy cercano al presidente Ibáñez.
Cuando este abandonó el cargo en julio de 1931, Merino Benítez dejó muy pronto su posición en la Fuerza Aérea Nacional.
En conflicto con las otras dos ramas y sintiendo que estaba en desventaja, Merino pidió crear un Ministerio del Aire que se sumara a los de Guerra y de Marina para compensar la situación.
Luego de pasar a retiro, Merino presentó su renuncia al consejo al presidente electo Arturo Alessandri Palma, pero este la rechazó y le insistió en continuar a cargo de la empresa.
[2] Considerado un nacionalista de izquierda, Merino Benítez fue un ferviente partidario del socialista Salvador Allende.
En el evento, Merino Benítez dijo: "Defenderemos su triunfo, que será el triunfo de la nación entera [...] sólo Allende es garantía de que se harán grandes cambios en Chile".
En una emotiva ceremonia, que contó con varios invitados extranjeros y un desfile aéreo y terrestre, el presidente Eduardo Frei Montalva condecoró al comodoro con una medalla de oro que tenía la inscripción: “Al insigne y primer Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile.