Entre los años 1929 y 1930, alcanza posiciones relevantes en el NS-Schülerbund, pero un año después se ve obligado a renunciar para ingresar a la Universidad de Berlín, donde queda matriculado en dos carreras simultáneas: Económicas y Leyes.
Cumplió todas sus labores con beneplácito de sus jefes, quienes en reconocimiento por su dedicación al Partido, al año siguiente lo asignaron para ocupar un importante puesto como jefe de las Juventudes Hitlerianas en Berlín.
Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, Artur Axmann se presentó voluntario a la Wehrmacht, pero poco después fue retirado del servicio en el frente.
Durante la invasión de Rusia, Axmann estuvo en el Frente del Este combatiendo a los rusos, pero fue gravemente herido y como consecuencia de las heridas, le tuvieron que amputar completamente el brazo derecho.
Durante los últimos días de Hitler en Berlín, Axmann estuvo entre los presentes en el Führerbunker.
Mientras tanto, se anunció en la prensa alemana que Axmann había sido galardonado con la Orden Alemana, la más alta condecoración que el Partido Nazi podía otorgar a un individuo por sus servicios al Reich.
Bormann y Stumpfegger siguieron las vías del tren hacia la estación Stettiner.
Sin embargo, medio año después se puso en contacto con otros exlíderes de las Juventudes Hitlerianas que estaban vigilados por los servicios secretos Aliados y fue capturado.
Luego consiguió un trabajo tratando de pasar desapercibido, pero en 1958 fue nuevamente arrestado, juzgado y condenado a pagar 35 000 marcos.
Una empresa comercial fundada por Axmann tuvo que cerrar en 1960 debido a la mala situación de los pedidos.