Articulación del hombro
La articulación del hombro o glenohumeral[1] es una articulación dada perteneciente al grupo de las Diartrosis, variedad de enartrosis, cuyas superficies articulares son la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea de las escápula, ambas recubiertas de cartílago articular hialino.Cuenta con varias superficies articulares, como lo es la clavícula, el húmero y la bolsa sinovial, las cuales se encargan de hacer de la articulación una función normal en el cuerpo.[a] La cabeza del húmero se fija a la cavidad glenoidea de la escápula por los ligamentos capsular, coracohumeral y glenohumerales: El conjunto dibuja una Z expandida sobre la cara anterior de la cápsula.Existen puntos débiles entre los tres haces: Foramen de Wietbrecht y Foramen de Rouviere, por el que la sinovial articular puede comunicarse con la bolsa serosa subcoracoidea.[2] La membrana sinovial de esta articulación reviste la superficie interior de la cápsula articular en cuyos extremos se refleja, para terminar en los perímetros de las superficies articulares.