Los fragmentos óseos pueden permanecer alrededor de ella, causando un sonido tosco y áspero al moverla.
Estos síntomas se presentan habitualmente años después de la lesión del nervio.
Aunque la rodilla es, a menudo, la más afectada, esta enfermedad puede desarrollarse en casi todas las articulaciones.
Afecta al pie con mayor frecuencia en las personas que sufren de diabetes.
Es posible sustituir las caderas y las rodillas quirúrgicamente con una prótesis, si la enfermedad neurológica no progresa; pero las prótesis se suelen aflojar de forma prematura por lo que no son un solución efectiva al 100%.