Las arterias ciliares posteriores cortas son arterias que se originan como ramas colaterales de la arteria oftálmica,[1] que emergen de ella en número de seis a doce cuando dicha arteria cruza el nervio óptico.
Presentan ramos para la cara interna de la esclerótica y ramas que se anastomosan entre sí y forman un anillo arterial llamado círculo de Haller.
[1] Se dirigen hacia adelante alrededor del nervio óptico, hacia la parte posterior del globo ocular, perforan la esclerótica alrededor de la entrada del nervio óptico, e irrigan la coroides (hasta el ecuador del ojo) y los procesos ciliares.
Algunas ramas de las arterias ciliares posteriores cortas también irrigan el disco óptico a través de un anillo anastomótico, el círculo de Zinn-Haller, círculo de Haller o círculo de Zinn,[1] que está asociado con la extensión fibrosa de los tendones oculares del anillo tendinoso común o anillo de Zinn.
Distribuyen la sangre hacia la coroides[1] y los procesos ciliares.