Este rasgo suele causar el rechazo de sus pares, debido a la negación de sus raíces y a la vez tampoco es bien aceptado por el círculo social al cual se quiere pertenecer, lo que origina una gran frustración y envidia por parte de quien presenta este comportamiento.
[1] Esto no tiene relación con el natural y sano deseo de progresar en la vida, porque el arribismo busca acceder a una clase superior sin importar los medios que se deban utilizar para lograr su felicidad que se basa en estatus y bienes materiales.
[3] La palabra arribismo proviene del comportamiento habitual del arribista, y de acuerdo con la Real Academia Española, procede del francés arriviste, que a su vez hace referencia a la persona que progresa en la vida a través de medios rápidos e inescrupulosamente.
Antes del siglo XIX, tenía el mismo significado que el verbo español “arribar” (llegar la nave a puerto), del latín popular arripare, acceder a la orilla, de ripa, orilla.
Generalmente, esta actitud es mal recibida por el resto, pues la actuación forzada causa rechazo.