Educado en un ambiente cristiano protestante, nutrió sus ansias de espiritualidad residiendo en un monasterio católico trapense.
Sintiéndose fuertemente interesado por el yoga, este realizador para la televisión francesa quiso entonces hacer películas, en primer lugar, en la India.
Su pensamiento se inscribe en el marco de una tradición espiritual transmitida por su maestro Swami Prajnanpad, con quien se comprometió tras haber encontrado y filmado a sabios de diversas tradiciones.
Esta corriente del hinduismo se basa en los Vedas, más concretamente en los Upanishad.
Mostrándose siempre muy abierto al diálogo con las grandes tradiciones espirituales, tanto orientales como occidentales, este hombre, a quien muchos consideran como un sabio o un maestro espiritual, sigue siendo fiel a las enseñanzas de su maestro.