Cuando llegó a la adolescencia empezó a tener deseos sexuales hacia su hermano imaginario y otros chicos, con los que deseaba crear un vínculo muy estrecho, considerando el comerse a esa persona como el mayor estado de unión, al encontrarse así esta dentro de él.
En el chat conoció a Bernd Jürgen Brandes, un ingeniero de Berlín.
Se citaron primero durante un fin de semana donde pusieron a prueba sus instintos caníbales.
Tras la despedida en la estación, Brandes lo pensó mejor y llamó a Meiwes para que lo recogiese.
Con gran cantidad de alcohol y medicamentos, ya no sentía dolor.
Descuartizó el cuerpo, conservó la carne y la consumió durante los días posteriores.
Un estudiante de Innsbruck denunció a Meiwes, que aseguraba en diversos foros haber probado la carne humana.
La fiscalía quiso juzgarlo por asesinato con motivos sexuales e imponerle cadena perpetua.
Su víctima dio el pleno consentimiento antes de que Armin lo matase.
El fallo judicial se enfrentó a problemas para condenar al acusado por asesinato, pero finalmente en el año 2006 Meiwes fue condenado a cadena perpetua por cometer un asesinato con motivos sexuales.