Obtuvo grandes éxitos en el Gran Teatro de Ginebra con La Bohème, Così fan tutte, Don Giovanni, Les Noces de Figaro, Madame Butterfly así como con Parsifal, Tristan e Isolde, el Ring, etc.
El de dirigir es un arte que es mejor no aprender, según decía.
Observar a los grandes maestros le parecía el mejor camino.
Le fueron concedidos varios grandes premios discográficos en Francia, en Gran Bretaña, en Estados Unidos y en Alemania.
Sus hijo, Philippe Jordan, es igualmente director de orquesta.