Ese mismo año corrió los 100 metros en 10 segundos justos, lo que suponía un nuevo récord mundial, pero no fue reconocido oficialmente ya que la pista tenía una pendiente de 11 cm y el máximo permitido era de 10 cm.
El cuarteto lo formaban por este orden Bernd Cullmann, Armin Hary, Walter Mahlendorf y Martin Lauer.
Armin Hary fue una de las primeras estrellas del atletismo en un sentido comercial, y se vio afectado por la rivalidad entre Puma y Adidas, las dos marcas de calzado deportivo más importantes, ya que ambas deseaban poder presumir de que el hombre más rápido del mundo usaba sus zapatillas.
Hary, que tenía un gran olfato comercial, intentaba aprovecharse de la situación.
Sin embargo los responsables de Adidas se enfadaron, ya que antes siempre había usado su marca, y decidieron romper su relación comercial con él.