[6][nota 1] El avéstico cognado del término sánscrito es airya y el equivalente en persa antiguo es ariya.[8] La aceptación del concepto de raza aria alcanzó su auge durante el III Reich gobernado por Adolf Hitler.Si bien el trabajo lingüístico difícilmente puede ir más allá de arrojar cierta luz sobre la cultura material y posiblemente la existencia probable de ciertas instituciones culturales, las especulaciones extralingüísticas rápidamente pasaron a ser especulaciones raciales y religiosas sin sustento lingüístico.Según la historiografía, el propio Buda acoge este término cuando se identifica ante el Rey Bimbisara diciendo: Max Müller y otros filólogos del siglo XIX teorizaron que el término *arya era usado como una autodescripción de los protoindoeuropeos, quienes eran a menudo referidos en esta época como los «arios primitivos».Pero esto nunca tuvo un uso frecuente entre lingüistas, precisamente por estar ya reservado el término *arya para indoiranio.(p. 681) La palabra ha llegado a ser una terminología técnica en la teología del zoroastrismo, pero se ha usado siempre por los iraníes también como el término étnico.Actualmente, India e Irán son los únicos países que usan la palabra ario como una denominación demográfica.El avéstico era el idioma de la antigua Persia, que coincide a grandes rasgos con los actuales Irán, Afganistán y Tayikistán.No obstante, todas estas expresiones se entienden igualmente si damos a la palabra «ario» el sentido del simple adjetivo ‘noble’.La dispersión de los arios vendría a explicar cómo sucedió que las lenguas indoeuropeas tuvieran tal expansión por Europa y Asia.Igualmente se pensó que los arios vinieron como conquistadores desplazando a pueblos anteriores.Este modelo de conquista y sustitución cultural fue en un momento ampliamente aceptado, pero hoy se rechaza por lo general, al menos en lo que respecta a Europa.La cultura inmaterial, los mitos y creencias son mucho más difíciles de reconstruir o conocer con seguridad.[15] Sin embargo, a medida que se produjo la separación y migración de las distintas poblaciones, también cambiaron sus religiones.Entre los estudiosos se utiliza el término en la actualidad únicamente para identificar la protocultura de la cual surgieron las creencias védicas y zoroastristas.No obstante, el supremacismo blanco suele seguir empleando el término de ario como una designación racial.La teoría de los orígenes arios en las estepas rusas no era la única que circulaba en el siglo XIX.Así, las poblaciones semíticas llegaron a ser vistas como presencias extrañas dentro de las sociedades arias.Como muchos idiomas europeos modernos están emparentados con el sánscrito, los británicos añadieron esto para justificar su presencia en la India.La discusión sobre las razas aria o dravídica sigue viva en la India hasta el día de hoy, afectando al debate religioso y político.Estas discusiones condujeron, asimismo, al movimiento teosófico fundado por Helena Blavatsky y Henry Olcott a finales del siglo XIX.Las modernas hipótesis pseudocientíficas sobre los arios se remontan a los atlantes, hiperbóreos y lémures, los cuales habrían pasado sus conocimientos a diez principales subculturas, tales como la europea, hindú, persa, etc. Incluso está documentado en películas y fotografías que el Tercer Reich envió una expedición científica al Tíbet para rastrear los orígenes de la raza aria.