También se encontraba en ella el remero Oscar Rompani, quien con 60 años es aún el deportista argentino de mayor edad en haber participado en una competencia olímpica.
El rendimiento olímpico argentino recién recuperaría en 2004 los niveles que tuvo en el período 1924-1952.
En aquel momento el sistema era más complejo: en adiestramiento el puntaje obtenido era convertido en puntos negativos que debían ser restados en la suma total; en las fases A, C y E del campo a traviesa, así como en el salto, el objetivo era mantenerse en cero, sin sumar penalidades; y en las fases B (prueba de obstáculos) y D (campo a traviesa propiamente dicho) del campo a traviesa, el objetivo era sumar la mayor cantidad de puntos posible, mediante el recurso de no cometer penalidades y sumar puntos extra al realizar las pruebas en menor tiempo que el estipulado.
[8] En la jornada inicial (adiestramiento), Carlos Moratorio obtuvo el tercer mejor puntaje (-42,0), siendo sólo superado por el alemán Fritz Ligges (-32) y el británico Reuben Jones (-35); su desempeño en esta prueba resultaría decisiva para ganar la medalla de plata.
[6] En la segunda jornada (campo a traviesa), Moratorio no cometió faltas en las fases A, C y E (al igual que la mayoría de los competidores) y obtuvo 35,20 puntos en la fases B (prueba de obstáculos), cuando el máximo fue 37,60.
[6] La fase D (campo a traviesa propiamente dicho) modificó sustancialmente las posiciones.
[6] El boxeo, que por primera vez no obtuvo medallas, aportó dos diplomas: La equitación, además de la única medalla, aportó también dos diplomas: Rodolfo Peréz, en judo, incluida como competencia olímpica a partir de esos Juegos, obtuvo un diploma al obtener el 5.º puesto en la categoría peso mediano.