Gracias a una actuación demoledora del ataque apodado "Los Carasucias", formado por Antonio Angelillo, Humberto Maschio y Omar Sívori.
Aparte de los clubes italianos, el Real Madrid tampoco liberó a su portero Rogelio Domínguez.
Los jugadores Campeones sudamericanos se quejaron a la federación por no haber sido convocados.
Los goles marcaron Roberto Hector Zarate, Oreste Corbatta, Eliseo Prado y Norberto Menéndez (Sin registro de asistencia).
Fue sustituido por Ángel Labruna, de 39 años, que llegó el día anterior al partido inaugural y, por tanto, no fue incluido en el primer encuentro.
Antes del Mundial, el capitán Pedro Dellacha preveía dificultades: "En Suecia será muy difícil jugar.
[6] En el partido inaugural contra Alemania Occidental, luego de perder el sorteo por las casacas, como únicamente llevaron un juego de camisetas, la selección argentina pidió prestadas unas camisetas amarillas a un club local, el IFK Malmö.
El seleccionador alemán, Sepp Herberger ordenó entonces a Rahn que retrocediera atrayendo a su marcador Vairo, con lo cual provocaba un enorme vacío en el sector izquierdo de la defensa argentina, ya que el volante de ese lado, Varacka, jugaba naturalmente adelantado.
Allí se colocaba como receptor Fritz Walter, atrayendo al marcador central Dellacha.
Mientras tanto, por el otro lado, llegaba Uwe Seeler, a las espaldas del majestuoso y casi inmóvil Néstor Rossi.
[8] En el segundo partido, Argentina se recuperó y venció a Irlanda del Norte por 3-1.
Willie Cunningham puso la mano en el balón y Orestes Corbatta lanzó el penalti en el minuto 38.
Norberto Menéndez recogió el rechace de la defensa para dar la vuelta al partido en el minuto 55.
Ludovico Avio remató a gol un centro de Orestes Corbatta en el minuto 59 para sentenciar el partido.
Guillermo Stábile renunció a la dirección técnica tras este episodio, cargo que mantenía desde 1939 y en el cual había logrado 6 títulos de Campeonato Sudamericano.
No son como los alemanes, que a las 9 de la mañana del otro día se estaban entrenando nuevamente, mientras los argentinos dormían.
No se puede hablar de fallas en el equipo argentino; fue superado netamente par velocidad, estado atlético, organización, sobriedad, sentido práctico que tienen los checoslovacos.".