La Iglesia católica le honra en los días 25 y 26 de agosto.
El obispo de Tréveris Nizier, le animó a entrar en un monasterio.
Allí, en Attanum, fundó en 564/572 un monasterio bajo la regla de San Basilio con sucursales en Vigeois y Excideuil en el Périgord.
Durante sus viajes adquirió varios relicarios, -por ejemplo de San Martín-, y realizó algunos milagros.
La carrera anterior de canciller, permitió a Aredius una cierta actividad diplomática.