En Costa Rica, habita una importante población en la zona norte, unida a la del sudeste de Nicaragua, la que en conjunto se ha estimado en el año 2009 en 1530 ejemplares.
[5][6] En ese país, su distribución reproductiva se limita a la zona del área de Conservación Huetar Norte, más específicamente entre los ríos San Carlos, San Juan, Sarapiquí y las faldas del norte de la cordillera Volcánica Central.
Esta población depende altamente del almendro (Dipteryx panamensis) tanto para alimentarse de sus semillas como para construir en sus troncos sus nidos.
Aprovechan las cavidades hechas por los pájaros carpinteros (familia Picidae) u otros huecos formados naturalmente en árboles de madera suave, para allí establecer sus nidos.
Mientras lo hacen, se mantienen en constante contacto mediante potentes vocalizaciones, las que son audibles a largas distancias.
Es popular como ave doméstica por su comportamiento sociable y porque aprende a imitar palabras, además de por su colorido plumaje.