Se cree que Marco Aurelio pudo haber escrito al menos parte de su libro Meditaciones en Aquincum.
Este asentamiento fue originalmente un poblado celta que posteriormente sirvió como destacamento militar en el sistema romano de protección fronteriza, más conocido como «limes».
En el año 89, a este regimiento se añadió una legión de 6000 hombres, concretamente la Legio II Adiutrix.
Esta ciudad disponía de todas las comodidades y adelantos propios del Imperio romano, contando sus habitantes con calefacción, baños, palacios públicos y un anfiteatro para eventos locales.
Por esta antigua ciudad es que a los habitantes de Budapest se les conoce como aquincenses o aquineos.