Casi de inmediato, se desarrollaron problemas en torno al mural: otros negocios objetaron contra el mural psicodélico, pidiendo que fuese cambiado o pintado de un mismo color, mientras que en la tienda, la ratería se convertiría en el pasatiempo principal.
Al poco tiempo, el mural sería eliminado debido a una orden civil.
Los Beatles y sus amigos llegarían a la tienda el día anterior para coger todo aquello que quisieran, mientras al día siguiente fue anunciado el regalo de todo el stock almacenado.
En pocas horas, la tienda sería vaciada por el público (contabilizado en cientos de personas).
En un principio, el gesto creó polémica, siendo interpretado por la comunidad judía como un grafiti antisemita ("Jude" es el término germano que designa a los judíos), si bien al poco tiempo se explicaría el motivo de las pintadas.