Apolinarismo

[2]​ Esta doctrina, considerada herética por la ortodoxia cristiana y surgida como reacción contra el arrianismo, afirmaba que en Cristo el espíritu o intelecto no era humano sino divino al encarnarse en un cuerpo sin alma racional que era sustituida por el mismo Verbo.[1]​ Con este presupuesto la naturaleza humana del Redentor quedaba mutilada,[1]​ ya que, al negarle una mente humana, su figura quedaba reducida a una especie de marioneta manipulada por Dios.La negación de la naturaleza humana de Cristo hizo que las enseñanzas de Apolinar fueran oficialmente condenadas por el papa Dámaso I en sendos concilios celebrados en Roma en 374 y 377, y posteriormente en el Primer Concilio de Constantinopla celebrado en 381.[3]​ En 388 sus seguidores fueron condenados al destierro por el emperador Teodosio.Existieron comunidades apolinaristas en Constantinopla y Siria.