Un apósito es cualquiera de los diferentes productos sanitarios empleados para cubrir y proteger una herida.
[1] La finalidad del apósito es la reepitelización del tejido dañado y en consecuencia la cicatrización de la herida.
Para conseguir esto hemos de tener en cuenta los factores que promueven la cicatrización de las heridas:[2] Consecuencia del favorecimiento de la cicatrización, algunas de las características de los apósitos habrán de ser: A estas propiedades habría que añadirles otras derivadas de la interacción con el organismo: Los apósitos o coberturas permiten aislar, proteger y optimizar el proceso de cicatrización si la adecuada elección de éste es capaz de brindar un ambiente óptimo necesario que preserve los principios fisiológicos básicos de humedad, calor, oxigenación y circulación sanguínea.
Sin embargo, las heridas o úlceras que podemos encontrarnos son de muy variadas características: húmedas, secas, infectadas, no infectadas, necróticas, sucias, limpias, etcétera.
Por ello, lo ideal es la adaptación del tipo de apósito a las características de la úlcera o herida.