El consecuente o apódosis, en algunos contextos,[1] es la segunda mitad de una proposición hipotética.
Completa el sentido de lo expuesto que se planteó inicialmente en la prótasis.
[2] En lógica, dado el enunciado condicional si p entonces q: el enunciado componente que sigue al «entonces» es el consecuente o el implicado o apódosis.
El consecuente en una proposición hipotética no es necesariamente un predicado del antecedente.
«Los peces hablan Klingon» es el consecuente aquí, pero intuitivamente no es una prédica categórica de (ni tiene nada que ver con) la afirmación hecha en el antecedente de que «los monos son morados».