Unos turistas llegan a una pequeña isla griega que se encuentra completamente abandonada.
En realidad, el feto era un conejo muerto y desollado, con un intestino de cerdo pegado para simular el cordón umbilical.
Otro momento impactante es el final, cuando el asesino resulta eviscerado y muere mordiendo sus propias entrañas, escena presentada en el cartel original de la película.
El film estaba disponible en el Reino Unido en su forma censurada, bajo el título Anthropophagus: The Grim Reaper.
De hecho, fue censurada en numerosos países, como Estados Unidos, donde fue estrenada con otra banda sonora y las escenas más gore eliminadas.