Antonio Fernández-Román

[2]​ El director gallego contó con la inestimable colaboración del fotógrafo Cecilio Paniagua y el rodaje tuvo lugar en la Ciudad Encantada de Cuenca.Fue el último cortometraje español rodado por un director profesional en ser estrenado en cine poco antes del estallido de la Guerra Civil.“Dado el marcado carácter propagandístico de sus obras, tras la Guerra Civil sus películas obtuvieron subvenciones, ayudas y premios nacionales, razón por la cual quizás no se haya valorado suficientemente su trabajo desde el punto de vista técnico”.Sus dos primeras películas no parecían apuntar al cine que llegó posteriormente.El fracaso comercial y el escepticismo crítico con que fueron recibidas estas dos propuestas precipitaron la vuelta a proyectos más comerciales como Lola Montes y Los últimos de Filipinas, con el que consiguió un gran éxito.