A los diecisiete años de edad, al estallar la guerra civil española, se alistó en el Requeté y combatió en el bando sublevado.
Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza, pero no terminó la carrera.
Fijó su residencia en Madrid, donde trabó amistad con Rafael Azcona y con Carlos Clarimón.
Dos años después, en 1955, le encomendaron la dirección de la revista humorística Don José —perteneciente al diario España de Tánger—, en la que empezaron a publicar escritores y dibujantes hoy eminentes, y la dirigió en sus cien primeros números.
Escribió guiones para cine, en colaboración con José Luis Dibildos, como los de las películas Soltera y madre en la vida, Pierna creciente, falda menguante, Hasta que el matrimonio nos separe o su sátira política Vota a Gundisalvo.
Unos años después publicó Hombre atónito, donde se sorprende por los incomprensibles registros del comportamiento humano.
En 1987 fue nombrado miembro de la Real Academia Española y pasó a ocupar el sillón «r».