En 1683 fundó en Recife una Congregaçâo Mariana que dirigió durante unos diez años y se fue introduciendo incluso en los altos rangos del ejército.
En la dirección espiritual de las almas muestra una desconfianza total por la religiosidad interior atormentada y las conciencias escrupulosas, y recomienda la eucaristía frecuente (Ephemerides eucharisticae, Romae 1700-1718), la devoción mariana (La corona caduta ovvero Gesù nel sepolcro oggetto di puro cordoglio alla solitudine di Maria Vergine / La corona caída o Jesús en el sepulcro objeto de condolencia pura a la soledad de la Virgen María, Roma 1704) y otras devociones particulares, especialmente del Sagrado Corazón de Jesús.
La Anatome Cordis Christi Domini lancea perfossi (Roma, 1703), está dedicada al Gran Duque de Toscana.
Bajo el anagrama de Antíoco Marino Cubani publicó Antidotum coeleste adversus mortem improvisam: e sacra Christi Familia pro fidelium usu depromptum (Roma, 1716), traducido a español.
Como jesuita típico, no es raro que una obra fuertemente satírica publicada por Girolamo Gigli se haga pasar como escrita por él: Lettera inedita del padre A. M. Benucci (sic) gesuita della Casa professa di Roma al padre D. Antonio Caramelli abate camaldolese in Arezzo, intorno agli scorcerti delle Compagnia, Venezia, 1767.