[2] Se le reconoce como uno de los innovadores del cuento venezolano, que ha dejado una huella indeleble en este género literario, hasta entonces signado con resonancias del criollismo.
Por la superación del regionalismo, se le considera contemporáneo a Juan Rulfo.
[3] Su escritura se vierte en prosa lírica, con imágenes y figuras que cautivan hondamente al lector.
Su obra literaria ha sido objeto de investigaciones en universidades venezolanas.
[4] Ganador del Concurso anual de cuentos del diario ''El Nacional'' en tres ocasiones, con las obras "Como Dios" (1942), "El hombre y su verde caballo" (1947) y "Solo, en campo descubierto" (1967).