Por el estallido de la Primera Guerra Mundial al principio no ejerció.
Aquí se ocupó, entre otras cosas, del motor térmico.
Como resultado de una enfermedad que había sufrido en la guerra, se vio obligado a retirarse en 1930.
Fue el duodécimo asteroide que fue descubierto por los medios fotográficos.
Su amplia experiencia, le llevó a publicar el libro Fernrohrmontierungen und ihre Schutzbauten, que apareció en 1952 y hasta hoy muchos astrónomos aficionados se siguen inspirando en él.