El antiprotestantismo hace referencia a la desconfianza, crítica, oposición, discriminación, represión o a la persecución del protestantismo impulsada, en su mayoría, por intelectuales públicos y religiosos católicos en contra de los pensamientos ilustrados, posicionando al protestantismo como una conspiración en contra del orden establecido en los términos de lo moral, cultural, religioso e intelectual.
Hubo obras que justificaban su repulsión al protestantismo utilizando recursos como que tal repulsión era por iluminación divina, tal como lo hizo Antonio María Claret en su Autobiografía al escribir : En 1681, Géraud de Cordemoy publicó un libro antiprotestante, la "Conferencia entre Lutero y el diablo acerca de la Misa" con sus comentarios,[5] republicado y distribuido en masa desde 1875 por Isidore Liseux con los comentarios de Nicolas Lenglet Du Fresnoy.
[6] Alphonse Magniez, capitán del ejército francés, atacó el protestantismo a través de ensayos, uno de ellos "Les Faux Prophètes du protestantisme ou la fausseté du protestantisme démontrée par ses auteurs et par son origine", publicado en 1921.
[7] A finales del siglo XVI, los exiliados intelectuales ingleses en los Países Bajos españoles escribieron tratados antigubernamentales y antiprotestantes.
[8] En Inglaterra, se celebraron acuerdos favorables que había logrado León XII con naciones de relevancia política.