El muon fue la primera partícula elemental descubierta que no pertenece a los átomos.
Fue descubierto por Carl David Anderson en 1936 mientras estudiaba la radiación cósmica, al detectar la presencia de partículas que se curvaban al pasar por un campo electromagnético de forma distinta a los electrones y a otras partículas conocidas, con una curvatura intermedia entre el electrón y el protón.
Más tarde nuevas partículas intermedias, con curvatura entre el electrón y el protón, adoptaron el nombre genérico de mesón o mesones (plural), se vio en la necesidad de diferenciar tal partícula (que, es elemental, en comparación a las otras partículas), pasó a llamarse "µ-mesón", y luego muon.
En 1960, se descubrió que el antimuon podía reemplazar al protón en un átomo, al descubrirse los átomos de muonio, en los cuales un electrón orbita en torno a un antimuon.
Se desintegra rápidamente (un poco más de 2 microsegundos) dando un electrón y dos neutrinos.