El antiguo convento de Sancti Spiritus fue un convento situado en la ciudad española de Segovia.
Su función principal fue la de acoger y criar niños desamparados de sus padres, los denominados “expósitos”.
[1] En 1573 por bula del Papa Gregorio XIII, que se conserva en el Archivo de Segovia, pasó a ser posesión del Ayuntamiento de Segovia.
Su cometido era el de hospital de bubas y sudores para resfriados, especialmente para cuidado del personal que trabajaba en las pañerías.
Entre 1902 y 1936, se convierte en prisión del Parque de Artillería.