Antártida uruguaya

En el área metropolitana se define el primer objetivo de la comisión, ya que en la misma se prevé una atención preferencial para todas las naves que hacen escalas en los puertos uruguayos desde o hacia la Antártica, ya fueren expediciones científicas o de carácter comercial e industrial.Al destacar por contraste estas operaciones ideadas para la Antartica, es que resalta lo que significa para el país las facilidades en puertos francos y utilización de depósitos fiscales, para mercaderías y naves propias o internacionales.En el interior de las publicaciones, se anunciaba: PROPICIAMOS INSTITUTO ANTÁRTICO URUGUAYO, Cátedra, Museo, Bibliografía, Equipamiento expedicionario, APÓYELO.En 1970, con motivo de la Primera Convención Nacional Antártica que se realizara en la Biblioteca Nacional de Montevideo, el profesor Musso publicó el libro Antártida Uruguaya, editado por el diario El País.En el año 1973 estaba funcionando el COANCO (Comando Antártico Conjunto) con la finalidad de estudiar cómo el Uruguay podía establecer bases en la Antártida y analizar las posibles reclamaciones territoriales que se pudieran efectuar.En 1977, C/N Carlos Travieso Fernández, publicó el libro "Geopolítica Atlanto – Antártida y de la Cuenca del Plata, en donde compilaba una serie de artículos periodísticos e investigaciones varias, en las que fundamentaba los límites de la "Antártida Uruguaya" y sugería que se instalara una estación meteorológica en la isla Bouvet.El C/N analizaba las reclamaciones territoriales existentes y por estas, evaluó cual debería ser el sector que correspondería a Uruguay en la Antártida, manifestando a un periodista, lo que escribe en su libro: "Correspondería hacer una declaración de principios, reivindicando la Antártida Uruguaya del 20E al 20W o 25W".
Vista de la base Artigas en 2019.
Vista de la Estación Ruperto Elichiribehety (ECARE) en 2011.