Su vecino de al lado es psiquiatra, y realiza sus consultas en el piso, con lo que escucha las sesiones con sus pacientes a través del respiradero.
Al principio Marion, la protagonista, se encuentra reticente, no sabe si escuchar esas conversaciones ajenas.
El doctor teoriza que en el subconsciente de su paciente, esta se encuentra saboteando su propia vida, para gradualmente considerarla merecedora del suicidio.
Estas acciones engañan a la joven, convenciéndola de que está avanzando contra su depresión, mientras crea excusas permanentemente para culparse por ello.
Escuchar la regresión terapéutica de los pacientes del psiquiatra hace que Marion examine su propia vida.