Los padres de Seidel la alentaron a perseguir intereses intelectuales desde una edad temprana.
Su tesis doctoral, La divinisation de Lao-tseu dans le taoisme des Han, se considera un estudio innovador en el campo.
Después de un breve matrimonio con el erudito bostoniano Holmes Welch con quien coeditó Facets of Taoism (1979), Seidel dedicó su vida por completo a su erudición y al Instituto Hobogirin.
Puso su énfasis principal en la práctica religiosa en su contexto histórico, en lugar de enredarse en la especulación doctrinal.
Aunque Seidel no realizó un trabajo de campo sistemático a largo plazo sobre la religión china, prestó una atención meticulosa a los fenómenos religiosos contemporáneos, que interpretó como un continuo con las antiguas tradiciones textuales.