Cuando en 1789 el actor y empresario Emanuel Schikaneder hizo que su troupe fuera la compañía residente en el Theater auf der Wieden en Viena, Gottlieb se convirtió en una soprano en la compañía, cantando en diversos Singspiele.
Apareció en una serie de obras paródicas, y fue admirada por su habilidd para satirizar a las sopranos operísticas, habiendo tenido una experiencia directa en ese ámbito ella misma.
[6] En 1828 un nuevo director, Rudolf Steinkeller,[7] asumió el control del Leopoldstadt Theater, y despidieron a su cantante en declive.
[3] No recibió ninguna pensión de su anterior empleador y se hundió en la pobreza, apelando en vano de vez en cuanto al Emperador para que le concediera una pensión.
[3] En 1842 contactó con un editor de periódicos, L. V. Frankl, presentándose como "la primera Pamina"; Frankl emprendió una campaña para reunir fondos que permitieron a Gottlieb visitar Salzburgo para el descubrimiento de un monumento a Mozart.