Anjimi (N'Jimi) o Jimi (Djimi) fue la capital del Imperio Kanem-Bornu desde el inicio del reinado de los Sefuwas en el siglo XI.
[2] Fue descrita por Al-Idrisi como un pequeño poblado, ni mayor o más relevante que la anterior capital Manan, aproximadamente a tres días de viaje del río Nilo y ocho de Manan y poblada por gente vil y despreciable que bebía agua de pozos.
[1][3][4] Pese a ello, la ciudad fue un importante foco en el comercio transahariano de marfil y esclavos.
[2] La ciudad está fuertementente vinculada a la dinastía Sefuwa.
En el siglo XIV empezó la decadencia de la ciudad cuando el mai (rey) Omar la tuvo que abandonar frente a la presión de los bulalas, fundando un nuevo reino en Bornu.