Angelo Fumagalli (1728-1804) fue un historiador y abad de Císter.
La cronología de los primeros diez y siete años del reino de los Longobardos está muy confusa: ni Muratori, ni Fumagalli, ni Lupi la han ilustrado suficientemente (Cesare Cantù: "Historia universal", 1855) Entra en su juventud en la Orden del Císter y asocia los estudios de su profesión monástica y de teología con las lenguas orientales y la historia de su patria.
Posteriormente, sus superiores le enviaron a Roma donde enseñó como profesor teología y diplomacia.
Otra obra importante suya considerada clásica es "Instituciones diplomáticas".
Fumagalli fue uno de los treinta miembros del Instituto de Ciencias, Artes y Letras pensionados por el gobierno; pero la supresión de su Orden le provoca un cambio mortal y fallece a los 66 años.