Ángela Contreras nunca quiso aclarar el confuso incidente, al contrario, dejó que las habladurías siguieran su curso y se volvió más selectiva con la prensa, la que había hecho escarnio de su debut cinematográfico en el film Valparaíso.
Más revuelo causó Sucupira (1996), la primera telenovela chilena que explotó abiertamente la sensualidad.
Mientras chistes picarescos y abundantes bikinis aparecían en la trama, ella salía del mar en topless.
Reapareció en la producción La Fiera (1999), pero esta vez dejando los papeles protagónicos (una chica que estudia arquitectura atormentada, su novio quedaba paralítico), mientras la actriz Aline Kuppenheim se lucía como la villana.
Por ese motivo, no le importa tener un perfil más bajo que el de sus inicios en la televisión.
Ambiciosa, no se notó demasiado porque la protagonista, interpretada por la actriz Patricia López, fue quién acaparó todas las miradas.