Este artículo recoge, en forma de tabla, las iglesias más altas del mundo, considerando como iglesias los edificios destinados al culto cristiano.
Desde el siglo XIII hasta 1894, el edificio más alto del mundo siempre fue una iglesia o una catedral.
En 1647, el campanario de Santa María se incendió, lo que convirtió a la catedral de Estrasburgo, aún más baja, en el edificio más alto del mundo.
La tabla que sigue se ha ordenado en función de la mayor altura registrada en la historia de cualquier elemento, que en su mayor parte corresponde a torres, campanarios y agujas.
Esas iglesias, incluso algunas desaparecidas totalmente, se intercalan a efectos indicativos en la tabla en el lugar que les hubiera correspondido de conservar tales elementos, sombreando la columna del orden.