Anekantavada

En esta historia cada hombre palpó una parte del elefante (rodilla, pierna, oreja, etc).

[4]​ Se puede llevar a cabo una aproximación más formal de este principio observando que los objetos son infinitos en cuanto a cualidades y formas de existencia, por lo que no pueden ser completamente comprendidos en todos sus aspectos y manifestaciones por la finita percepción humana.

De acuerdo con el jainismo, sólo los kevalins (los seres omniscientes) pueden comprender los objetos en todos sus aspectos y manifestaciones.

[5]​ En consecuencia, ninguna visión del ser humano en tanto que individuo puede proclamar poseer la verdad absoluta.

[9]​ La palabra anekānta es una composición en sánscrito del prefijo negativo an, eka ("una") y anta ("atributo").

[10]​ la doctrina yaina hace especial hincapié en samyaktva que significa "racional y lógico".

[14]​ Syādvāda es la teoría de la predicación condicionada, que proporciona una expresión a anekānta recomendando que toda frase o expresión sea exprimida en el modo optativo (el equivalente en sánscrito del modo subjuntivo español).

En general, las frases se preceden de syat, la tercera persona singular del modo optativo del verbo as, "ser", (o de "estar¨ según el contexto), es decir "sea", en español.

[16]​ Esto no niega el resto de atributos, cualidades, modos y otros aspectos; simplemente son irrelevantes desde una perspectiva particular.

Autores como Natubhai Shah explican nayavāda con el ejemplo de un coche;[17]​ Por ejemplo, cuando hablamos de un "BMW azul" simplemente estamos considerando el color y la marca del coche pero nuestra afirmación no implica que el coche esté desprovisto de otros atributos como motor, tipo, cilindros, velocidad, precio y similares.

[19]​ La teoría propuesta por los budistas negó la realidad inmutable de sankhara, afirmando sólo dependencia mutua e impermanencia.

Las dos posiciones eran contradictorias y mutuamente excluyentes desde el punto de vista del otro.

Para los seres humanos ordinarios es una meta difícil de alcanzar, pero aun así están obligados a trabajar para lograrlo.

Hablando acerca de su adherencia al ahiṃsā y al anekāntavāda, dice:[33]​ «El jaina samaṇīs de Ladnun mantiene firmemente que ahiṃsā es una leu moral eterne e inalterable.

[32]​ Mientras empleaba el anekāntavāda, el monje filósofo del siglo 17 Yaśovijaya también advirtió acerca del anābhigrahika (otorgar indiscriminadamente la verdad a todos los puntos de vista) que es efectivamente una clase de relativismo mal concebido.

Por otro lado, se ha dicho que el pluralismo a menudo degenera en algunas maneras de relativismo moral o exclusivismo religioso.

[39]​ El Anekāntavāda jugó un papel central en el crecimiento y la supervivencia del jainismo en la antigua India, especialmente frente al shivaísmo, visnuismo, budismo o los musulmanes y cristianos en varios momentos históricos.

Según Hermann Jacobi, Māhavīra empleó conceptos como syādvāda y saptbhangi para acallar a sus oponentes.

[41]​ Este emperador permaneció en un dilema cuando descubrió que todos los maestros promovían sus propias enseñanzas desechando otras.

Entre estos maestros estaba Hemacandra quien más que promover el jainismo le contó una historia.

La moraleja del cuento, según Hemacandra, consistía en que el hombre había sido curado por una planta, incluso aunque nadie supiera cual había sido, del mismo modo, en la kaliyuga ("edad del vicio") el sabio debía obtener su salvación apoyando todas las tradiciones religiosas aunque nadie pudiera decir con certeza cual era la doctrina que proporcionaría la salvación.

Majavirá empleó anekānta extensivamente para explicar los conceptos de la filosofía jaina (pintura rayastaní de 1900 aprox.).
"Hombres ciegos examinando un elefante", imagen de 1888 de ukiyo-e creado por Hanabusa Itchō .