[2] Sus padres iban con frecuencia con sus hijos al cine y recuerda en especial Labyrinth (1986) de Jim Henson, Who framed Roger Rabbit?
Debido a su bajo conocimiento en la edición, él «armaba todo un dispositivo» con una videocasetera y su consola de videojuegos, que dejaba encendida para lograr así sonorizar sus escenas.
[2] Entre sus diecisiete y dieciocho años, y poco antes de finalizar la escuela secundaria, Borghi encaró la realización de un largometraje con zombis, porque «tener muchos zombis era más fácil que tener muchos hombres lobo».
[2] Borghi comentó en varias oportunidades que el filme: «Tiene muchísimos errores y las actuaciones son de cuarta, pero tiene mucho valor para mí desde lo nostálgico».
Para la realización del guion requirió la participación de su amigo Facundo Spolaore, y dicho libreto tomó como inspiración una experiencia que Andrés tuvo en la comiquería Punto de Fuga:[13] «Una vez entré a una comiquería donde se juntaban [los fanes del cómic] y uno estaba diciendo “Hulk no le puede ganar al Capitán América.
[2] Ambos escritores «exageraron ese elemento» y lo ambientaron en una discusión entre dos aficionados del anime, principalmente seguidores de Dragon Gol Beta, una parodia al anime Dragon Ball Z de Daisuke Nishio y Shigeyasu Yamauchi.
La segunda ocurrió en 2013, cuando una mujer nikkei con residencia en Argentina le contactó para poder así transmitirlo en el programa Mag Net.
Reescribió enteramente el relato para convertirlo en guion e inventó un final ya la historia original no lo tenía.
Durante la posproducción logró contactar con Wong y pedirle permiso para transformar su escrito en un metraje con actores reales, además de hacer mención sobre la invención de un final fuerte en el mismo, a lo que ella accedió en buenos términos, respetando la mirada del director.
[18] Borghi pretendía que el corto se popularizase en la cultura emo e igualase el éxito de Otakus, pero tuvo muy poca repercusión debido a que por sus veinte minutos duraba demasiado y que no tenía efectos visuales atractivos en comparación a su anterior obra, según explicó él mismo en una entrevista en 2016: «[Dedicado a nadie] era otra cosa».
[2] Tras el poco interés que despertó su cortometraje Dedicado a nadie (2008),[2] participó en 2010 del concurso Your Big Break —organizado por la oficina de turismo de Nueva Zelanda— y su obra Working Day fue premiada por Peter Jackson quien la describió como «una pieza narrativa fresca y original».
[20][24] Este equipo de trabajadores dejó entusiasmado a Borghi, quien destacó la profesionalidad del mismo durante una entrevista en 2016: «En Nueva Zelanda estaba trabajando con gente que me pasa el trapo en grosa, y me respetaban como el director.
“Sos el director, hacemos lo que vos decís” y eso fue como, claro, esto es profesionalismo».
Pasado esto, Lucila Las Heras convenció al director de reescribir varias escenas del guion con la finalidad de perfeccionarlo, cosa que él agradeció a futuro debido a que, en sus palabras, la película «mejoró un montón».
Esto desembocó en que Borghi comenzase a cansarse y optase por realizar un nuevo cortometraje mientras se encontraba un lugar donde rodar la escena faltante de la cinta.
[35] A pesar de esto último, se enteró más tarde y gracias al propio jurado, que no ganó ese premio debido a que su largometraje no era de terror, género principal del festival.
[30] En los años siguientes a su lanzamiento, Andrés se dedicó exclusivamente a realizar pequeños retoques y correcciones para esta, ya que al momento de su estreno todavía faltaban efectos por terminar y algunos acabados.
Aunque Borghi quedó fascinado con dicha premisa, se vio desmotivado porque no podía utilizarla ya que esta pertenecía al filme en cuestión.
Primero, decidió utilizar la idea para su cuento «Detrás de la puerta» —parte de su libro Reflejado en la sangre—, esto debido a que «los cuentos siempre están más desarrollados y mucho más completos que los cortometrajes».
Voy para ver un trabajo que estabamos haciendo, veo la puerta y dije “che, ¿puedo filmar un corto acá?”».
En este periodo, mostró una gran fascinación por la cinta Die unendliche Geschichte (1984) del cineasta alemán Wolfgang Petersen, cual confesó haberla visto en más de diez ocasiones.
Primeramente, el principal colaborador del director es su hermano Pablo, quien compuso la mayoría de bandas sonoras que utilizó en sus proyectos.
Tras pensarlo un poco, en 2007 optó por diseñar un luchador más para así juntarlos y crear un videojuego propio.
[58] The Black Heart, nombre con el que decidió bautizarlo, relata una historia ambientada en el «Otro mundo», un mundo paralelo al nuestro cuyo gobierno es manejado por un rey, cual es finalmente asesinado por una criatura llamada Final, quien robó su corazón.
Este acto ocasionó que los personajes del título —Hashi, Ananzi, Noroko, Shar-Makai, Animus y Peketo— comenzaran una búsqueda con la finalidad de cazar a dicho monstruo, pues, el que obtenga dicho corazón obtendrá un inmenso poder.
En este sitio y durante los primeros cinco días tras su publicación, el escrito se pudo descargar de forma gratuita, esto hecho con el fin de fomentar la lectura del título y publicitar así la obra.
[73] Por otro lado, el personal del medio Brunella París realizó una reseña completa al título, cual concluyó en una calificación de 4 sobre 5 estrellas.
[nota 10] Con esta última obra, Borghi realizó sus primeras proyecciones a nivel internacional y consiguió su primer galardón en un festival europeo, ya que su cortometraje fue reconocido con el premio Garmanbozia en la edición 2008 del Festival internacional de curtmetratges Fantàstics i Freaks de Cerdanyola del Vallès —o Fantosfreak—, celebrado en Cataluña.
[95] Alexia (de 2013) se convirtió en la obra cinematográfica más laureada de Borghi ya que consiguió ocho galardones en siete festivales,[nota 11] mientras que Nacido para morir fue su metraje más exitoso en el festival Buenos Aires Rojo Sangre donde, a pesar de ser la única muestra en donde consiguió ser premiado, se alzó victorioso en cuatro categorías, incluyendo mejor dirección y el premio del público.
[34] En 2019 estrenó su más reciente obra Detrás de la puerta, cual fue laureada en siete ocasiones en cinco festivales distintos,[nota 12] incluyendo la muestra rusa Saint Petersburg International Film Festival —o SPIFF— donde se alzó con los premios a mejor cortometraje, mejor guion y mención especial del jurado John Currie en la edición de 2021.