Estaba tan débil cuando nació que el cura lo bautizó "condicionalmente" al día siguiente, completando un ritual de emergencia realizado en su nacimiento.
En 1849, habiendo poco empleo y con su familia viviendo en la pobreza, Isaac decidió mudarse a Farnham, en Quebec, donde esperaba ganarse la vida como maderero.
Tragicamente, perdió la vida en un accidente, aplastado por un árbol que se estaba cayendo, cuando Alfred solo tenía nueve años.
[5] Fue acogido por su tía materna, Marie-Rosalie, y su esposo, Timothée Nadeau, en Saint-Césaire.
Se instaló en Connecticut, donde trabajó en la industria, en molinos de algodón y en granjas.
Escribió una carta de recomendación para el encargado del noviciado diciendo que le enviaba a un santo.
[5] Aunque al principio fue rechazado por la orden debido a su mala salud, el arzobispo de Montreal, Ignace Bourget, intervino en su beneficio y, en 1872, Alfred fue aceptado.
[6] André construyó una pequeña capilla de madera cerca del colegio.
Allí colocó una imagen de San José a la que se habían atribuido poderes milagrosos.
Entonces empezaron a reportarse hechos milagrosos relacionados con la capilla y con André Bessette.
Cuando hubo una epidemia en un colegio cercano, André se ofreció voluntario como enfermero y no murió nadie.