Pasa toda su vida en el hielo.
Mide aproximadamente 15 mm y se alimenta de bacterias que viven en el hielo traídas por el viento.
Fue encontrado sobre el glaciar Upsala y descrito por Aubert Willink en 1956.
Debido a su rareza, tamaño pequeño, y el hábitat extremo, creyeron que se había extinguido.
Sin embargo, fue vuelto a descubrir en 2001 en un glaciar de Torres del Paine en una hendidura profunda de 20 m, en esta ocasión, fue nombrado por la tripulación como "dragón patagónico".